Este fenómeno comenzó con las hiperferreterías, pero ha ido aumentando en la medida en que las amas de casa han entendido que pueden ser autosuficientes y tan capaces como los hombres a la hora de realizar esas labores, y, sobre todo, ahorrar un dinerito ahora en tiempos de inflación.
Hasta hace poco, iban de acompañantes de sus parejas, ahora van solas, y hasta en grupos de amigas, y disfrutan tanto como si estuvieran en su tienda favorita de ropa o artículos del hogar.
Jonathan Da Silva, de El Emporio Ferretero, cree que el auge de la presencia femenina en las ferreterías obedece a la transmisión de los programas de televisión, casi todos por TV de suscripción, en los cuales la programación se basa mucho en el bricolaje, pero también a que en estos establecimientos el personal ha aprendido a atender a este tipo de público y darles los mejores consejos sobre qué puede y qué no es aconsejable hacer por sí misma.
"Yo creo que se han caído muchos tabúes y una mujer es tan capaz de hacer lo mismo que un hombre en este sentido. Por supuesto, los departamentos de marketing de estos negocios detectaron al público femenino como un buen nicho de mercado, y hacía allá están enfilando sus baterías", comentó.
Este fenómeno ocurre también en otros países, como España, México y Colombia, sobre todo en este último en donde hay una cadena de ferretería que se llama Maridos en Alquiler.
De allí que términos como taladro, sifón, ramplug, canillas, han dejado de ser un misterio: "La mujer ha perdido el miedo a la caja de herramientas y ha logrado despojarse de las eternas plegarias al marido, tales como mírame ese grifo que gotea, la plancha no me funciona o el bombillo se quemó; ahora ha aprendido los conceptos básicos para desenvolverse con el destornillador, martillo y taladro, mantenimiento y tapizado de muebles, pintura, empapelado y albañilería y hasta mantenimiento del automóvil".
La caja registradora habla. Muchas de estas empresas ofrecen cursos gratuitos a las mujeres interesadas en el "hágalo usted misma" y el bricolaje, contando con el apoyo de empresas proveedoras, y los resultados han sido muy favorables, especialmente los cursos sobre uso correcto de herramientas, electricidad, plomería, pintura y pequeñas reparaciones, entre otros, por supuesto, haciendo énfasis en la venta y asesoramiento de artículos de bricolaje, jardinería y para el hogar en general. "Es cuestión de tiempo para que la mujer alcance un mayor protagonismo en este sector".
Da Silva da algunos pequeños consejos sobre dónde pueden incursionar las manos femeninas primerizas, para luego ir avanzando en este proceso, adquiriendo confianza en sí mismas:
Uso del taladro, sin mucho esfuerzo físico, para poner los ramplugs que les permitirán colocar sus cortinas, cuadros y objetos decorativos.
Cambio de las canillas del WC y del lavamanos.
Cambio de las manillas de las puertas.
Pintar paredes.
También recomienda: No trabajar con electricidad y no incursionar en la plomería que demande fuerza física, especialmente con las tuberías principales.
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